El informe de la UNESCO sobre la Igualdad de Género:
Patrimonio y Creatividad publicado recientemente, ilustra
enérgicamente la necesidad de suscitar el debate y la investigación, así
como la urgente necesidad de sensibilizar la opinión pública sobre la
importancia de la igualdad de derechos, responsabilidades y
oportunidades entre las mujeres y los hombres, los niños y las niñas en
el área del patrimonio y creatividad. Basándose en el compromiso de la
UNESCO de promover los derechos humanos, que incluye los derechos de la
mujer en la vida cultural, el informe reconoce que la cultura es el
factor determinante para lograr desarrollar el potencial de las
personas, indistintamente de su género.
Iniciado por el Sector de la Cultura de la UNESCO,
el informe consigue reunir por primera vez investigaciones existentes,
políticas, casos prácticos y estadísticas sobre la igualdad de género y
el empoderamiento de la mujer en la cultura. Toda la información ha
sido facilitada por la Relatora Especial en la esfera de los derechos
culturales de la ONU, por representantes del gobierno, grupos
internacionales de investigación y think-tanks, académicos, artistas y
profesionales del patrimonio.
Asimismo, el
informe contiene recomendaciones dirigidas
a gobiernos, a responsables de la toma de decisiones y a la
comunidad internacional, en las áreas de creatividad y patrimonio.
Hasta la fecha, las mujeres han sufrido una
especial marginación en el ámbito cultural, teniendo hacer frente a un
gran número de obstáculos a la hora de acceder, contribuir y participar
igualitariamente en el cine, teatro, artes, música y patrimonio. De esta
manera se les ha impedido desarrollar su potencial y se ha
dificultado el desarrollo global sostenible e inclusivo.
El diagnóstico de género en el informe identifica
cuales son los síntomas comunes con otras áreas de la vida
socio-económica: participación limitada de la mujer en funciones de
dirección (el “techo de cristal”); segregación en ciertas actividades
(“paredes de cristal”); oportunidades restringidas en la formación
continua, el desarrollo de capacidades y en la creación de una red
de contactos; la desigualdad existente en relación al trabajo no
remunerado; las pésimas condiciones de trabajo (como el trabajo a tiempo
parcial, contractual, el carácter informal etc.) así como el
mantenimiento de los estereotipos de género sobre los papeles
culturalmente apropiados para la mujer y el hombre, sin que medie
necesariamente un previo consentimiento de las partes. La ausencia de
estadísticas culturales desagregadas por género es un factor que
encubre la diferencia existente entre géneros y los retos a los que
directivos y políticos deben hacer frente.
El informe, acompañado de vídeos, fotografías, y
entrevistas con artistas, creadores, y otros profesionales de la cultura
provenientes de todo el mundo.
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