Segovia fue testigo de una parte de la vida de Teresa de Jesús
(Teresa de Cepeda y Ahumada, 1515- 1582), figura que constituye un hito
destacado en la vida cultural y espiritual hispánica y proyección máxima
del misticismo literario. Teresa de Jesús fue fruto de la época, y su
espiritualidad y misticismo se sostenían sobre la base doctrinal de la
reforma católica gestada en el Concilio de Trento (1545-1563), que
miraba, para hacer frente a los efectos de la Reforma luterana, hacia el
control jerárquico y un dogmatismo establecido sobre la sencillez y
vuelta hacia los valores originales del cristianismo.
En este contexto, la reforma de la orden de los Carmelitas con Teresa
de Jesús desde 1562 se explica dentro de la reforma general de las
órdenes religiosas, promovida durante el reinado de Felipe II
(1556-1598).
A partir de la reforma teresiana se consigue la escisión de la orden
de los nuevos carmelitas, ya junto con frailes desde 1568, donde emerge
la figura de San Juan de la Cruz como destacado impulsor, que fundará
también el convento de carmelitas descalzos de Segovia en 1586.
Segovia y la fundación carmelita de Teresa de Jesús
En el último cuarto del s. XVI Segovia está en su plenitud, siendo la
tercera ciudad más poblada de Castilla. Ahora su industria pañera había
reconvertido sus géneros bastos de fines del Medievo, para hacer de la
ciudad uno de los principales centros textiles europeos, compitiendo
incluso con la Florencia de los Medici. Los “mercaderes hacedores de
paños” son el motor de la actividad, quienes encargan gran parte de las
distintas operaciones del obraje a pequeños talleres especializados
familiares, de los arrabales y el alfoz. Esta potente burguesía pañera,
junto con las casas nobiliarias tradicionales y el clero, definen el
panorama social que mueve dinero, poder y cultura, como bien mostrarían
las celebraciones en 1570 de las bodas en Segovia de Felipe II y Ana de
Austria, en el Alcázar.
En esta Segovia la aplicación de las decisiones reformadoras del
Concilio de Trento se institucionaliza a través del requerimiento a los
obispos de celebrar sínodos anuales a tal efecto y la receptividad de
las instituciones eclesiásticas a asumir la reforma de la antigua orden
del Monte Carmelo. El obispo de Segovia Diego de Covarrubias y Leyva,
muy ligado a la Corte, autoriza en 1574 la solicitud de una rica familia
de pañeros segovianos, los Jimena, para que Teresa de Jesús funde en
Segovia, con el beneplácito del General de la Orden Carmelita.
Teresa de Jesús, junto con varias monjas, los capellanes Julián de
Ávila y Juan de la Cruz, y varios acompañantes, llegan a Segovia en la
tarde noche del 18 de marzo de 1574, al Mesón del Aceite (en la actual
calle de San Francisco), donde la familia Jimena les conduce a la casa
que alquilan del regidor López de Losa, en la calle de la Almuzara. A la
mañana siguiente, 19 de marzo, se funda el convento de San José del
Carmen en este lugar (hoy Palacio del Marquesado de Lozoya). La
receptividad obispal corre paralela a la del Concejo, que decide dar su
apoyo a la nueva fundación, acordando el 23 de marzo de 1574 dar la
bienvenida a las Descalzas a la ciudad.
La sede debe trasladarse a los pocos meses, por el crecimiento de la
congregación, y no sin conflicto con los vecinos mercedarios (en la
búsqueda de sede permanente ya se había encontrado la rivalidad con
franciscanos). Se instalan cerca de San Andrés, frente al convento de la
Merced, en septiembre de 1574.
Teresa de Jesús dará buen testimonio de estos avatares en el Libro de
las Fundaciones. Poco después de obrarse el milagro en su visita a la
Cueva de Santo Domingo, en la que Cristo y el fundador de los dominicos
se le habían aparecido para dar testimonio de sus sufrimientos,
abandonará Segovia el 30 septiembre de 1574, para proseguir su tarea
reformadora, mística y literaria. Volverá en dos ocasiones a la capital
del Acueducto. En la segunda, entre el 13 de junio y el 6 de julio de
1580, el padre Gracián y el padre Diego de Yanguas, dominico, lector de
Teología en Santa Cruz y su confesor, revisarán el manuscrito de
Castillo Interior, para evitar escritos comprometedores con la
Inquisición. Se recuerda también un episodio de Teresa de Jesús antes de
llegar a Segovia en este viaje, en la Venta de la Fuenfría. La tercera y
última estancia en Segovia, entre el 23 de agosto y el 4 de septiembre
de 1581, será ya solo una pausa en el camino de Soria a Ávila.
Entidad organizadora:
Junta de Castilla y León
Lugar de celebración:
Fecha de finalización:
31 de octubre de 2015