Autora: Eva María Ramos Frendo
Edición: Tirant humanidades
Descripción: 420 p.
Año: 2023
ISBN: 9788419376404
"A través de la figura de Trinidad Scholtz-Hermensdorff, también conocida
como la duquesa de Parcent, se pretende poner en evidencia que, en el
periodo comprendido entre la segunda mitad del siglo XIX y los comienzos
del siglo XX, hubo mujeres que fueron rompiendo barreras para
introducirse en unos espacios hasta entonces vetados para ellas. En esa
época, las mujeres de la élite social española aún seguían encorsetadas
dentro del estereotipo conocido como "ángel del hogar", que las reducía a
seres domésticos, pasivos, de moral cristiana intachable, esposas,
madres y virtuosas damas de la beneficencia.
Pero algunas, aun cumpliendo con el modelo impuesto, protagonizaron acciones e iniciativas que las introdujeron en el espacio público, reservado para el género masculino, no sin grandes dificultades y sufriendo las consecuencias de la vigente sociedad patriarcal. En este caso concreto, fueron las actividades vinculadas al mundo del arte y la cultura las que la hicieron sobresalir en el seno del mundo aristocrático en que se desenvolvió su cosmopolita vida. Coleccionista, mecenas, protectora y defensora del patrimonio artístico; reactivadora de industrias artísticas; comisaria de exposiciones; promotora de museos; impulsora de instituciones culturales, como la Sociedad Española de Amigos del Arte o de la revista de esta, Arte Español, fueron algunas de las facetas que la situaron al mismo nivel de coetáneas como Isabel Stewart Gardner, Nélie Jacquemart, Helen Kröller-Müller, Louisine Havemeyer o Arabella Huntington. Fue una figura reconocida y admirada por intelectuales, políticos, aristócratas y artistas de su época. No obstante, esta historia no estuvo libre de grandes injusticias que dificultaron que sus logros y acciones se visibilizaran, lo que pretendemos reparar con esta obra."
Pero algunas, aun cumpliendo con el modelo impuesto, protagonizaron acciones e iniciativas que las introdujeron en el espacio público, reservado para el género masculino, no sin grandes dificultades y sufriendo las consecuencias de la vigente sociedad patriarcal. En este caso concreto, fueron las actividades vinculadas al mundo del arte y la cultura las que la hicieron sobresalir en el seno del mundo aristocrático en que se desenvolvió su cosmopolita vida. Coleccionista, mecenas, protectora y defensora del patrimonio artístico; reactivadora de industrias artísticas; comisaria de exposiciones; promotora de museos; impulsora de instituciones culturales, como la Sociedad Española de Amigos del Arte o de la revista de esta, Arte Español, fueron algunas de las facetas que la situaron al mismo nivel de coetáneas como Isabel Stewart Gardner, Nélie Jacquemart, Helen Kröller-Müller, Louisine Havemeyer o Arabella Huntington. Fue una figura reconocida y admirada por intelectuales, políticos, aristócratas y artistas de su época. No obstante, esta historia no estuvo libre de grandes injusticias que dificultaron que sus logros y acciones se visibilizaran, lo que pretendemos reparar con esta obra."
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