lunes, 27 de mayo de 2013

Por Ser Niña: Estado Mundial de las Niñas 2012


El informe “Por Ser Niña” 2012 se enfoca en la educación de las niñas. De manera particular se concentra en lo que sucede con las niñas cuando llegan a la adolescencia y sus roles domésticos y reproductivos empiezan a dominar sus vidas a expensas de su educación.

Cada niña tiene el derecho a la educación pero existen 39 millones de niñas entre 11 a 15 años de edad que no asisten a la escuela.1 A pesar de haber alcanzado la paridad global en la matriculación en la escuela primaria, las tasas de finalización para las niñas se quedan atrás de las tasas de los niños y durante la adolescencia la presión de la pobreza y discriminación todavía hace que las niñas abandonen la escuela: para ayudar en casa, porque sus familias no están convencidas del valor de su educación, porque experimentan violencia en la escuela, porque se embarazan o se casan, o porque la escuela está demasiado lejos y sus padres piensan que sus hijas, y su reputación, están en riesgo. Ellas abandonan la escuela simplemente por ser niñas; su rol principal y su valor para las familias y comunidades, es el rol doméstico y como futuras madres. Esto es injusto; limita la vida y las oportunidades de las niñas y afecta su salud, su condición, su poder de tener un salario y sus relaciones con todos a su alrededor. No le da opciones reales. También limita el potencial de su comunidad, en términos de justicia tanto económica como social y hace del mundo un lugar más pobre.

Este informe analizará en detalle por qué, a pesar de mucho esfuerzo y buena voluntad, las niñas salen perdiendo en la escuela y en el hogar, y también cómo la educación puede convertirse en realidad en las vidas de 39 millones de niñas que no se benefician de ella. ¿Cómo podemos mantener a todas las niñas en la escuela, incluyendo a las más pobres y más marginadas, mejorar la calidad de la educación que reciben y empoderarlas para que asuman el lugar al que tienen derecho como ciudadanas en igualdad de condiciones?

En términos del producto interno bruto, criar niños saludables y crear una sociedad más igualitaria y justa, el costo de no educar a las niñas es inaceptablemente alto. Un informe anterior de Plan estimó que en el 2008 el costo económico de dejar de educar a las niñas con los mismos estándares que a los niños en 65 países de ingresos bajos y medios y países en transición era de $92 mil millones cada año. Cuando llegan a la adolescencia, en particular las niñas y las mujeres jóvenes, necesitan ser empoderadas para lograr su potencial; lo básico es un aprendizaje para la vida de calidad.




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